lunes, 30 de abril de 2012

'Once', el mayor encuentro y desencuentro - El Enigma Rosebud, solución

El viernes os proponía que unierais cuatro imágenes para acertar la película del nuevo Enigma Rosebud. Fuisteis muy rápidos y sí, la película en cuestión era Once de John Carney. Las imágenes eran: Grafton Street (calle dublinesa donde se conocen los dos protagonistas), la aspiradora (él ayuda a su padre en la tienda que tiene de arreglos de este electrodoméstico), la moneda de veinte céntimos de Irlanda (él toca la guitarra en la caller y le dejan monedas, la de veinte céntimos es la que el ladrón le devuelve de las que se han caído en el suelo) y el número once (porque es un fals friend léxico entre el inglés y el español, significa una vez en inglés).

Y de ahí partimos, del una vez. Dos personas. Anónimas. No se conocen de nada. Y nosotros menos (no sabemos ni los nombres). Ella y él. Una inmigrante checa separa y con hijo y un joven treintañero irlandés, tras romper con su novia. El destino (y la música) los ajunta en Grafton Street, calle céntrica de Dublín, cuando él toca temas propios (durante el día toca temas conocidos para lograr monedillas) y ella le comenta que su aspiradora no va.

En ese instante (tras un divertido intento de robo por parte de un drogadicto) empieza la mayor historia de encuentro y desencuentro de la historia del cine. Porque al fin y al cabo es eso, la historia de dos personas anónimas que se cruzan en un momento dado y viven dos semanas mágicas. Pero nunca llegan a conocerse del todo ni quieren hacerlo realmente. Al final, deciden darse una nueva oportunidad ambos e intentar reconduir sus vidas con sus parejas anteriores.

Ahora bien, la historia en la vida real cambia un poco. Glen Hansard forma parte del grupo irlandés The frames y Markéta Irglová, pianista desde los siete y guitarrista desde los nueve. Un día se conocieron en Praga en un bolo de The frames. Ambos conectaron y empezaron a tocar juntos. En 2006, sacan el primer CD, bajo el nombre The swell season, y estrenan Once. Por cierto, Hansard abandonó al escuela a los 13 años y se puso a tocar la guitarra en las calles de Dublín. Los dos cantantes, tras el pequeño éxito de la película, iniciaron una espléndida gira, recogida en el fantástico documental The swell season. Once se rodó en tan solo 27 días y con 180.000 euros de presupuesto. Dos cifras que dejan clara su vocación indie, siendo claramente una película independiente en todas sus formas y alejada de la oleada de los últimos quince años del Festival de Sundance (donde, por otro lado, Once fue muy bien recibida, ganando el Premio del Público).

La película está dirigida por el debutante John Carney (ahora prepara su tercer film con Mark Ruffalo y Hailee Steinfeld). Su dirección es precisa, sensible, rigurosa con un uso de la música perfecto. Un gran maestro del género musical con tan solo una película que responde perfectamente a los cánones auspiciados por Bob Fosse en Cabaret y Baz Lurhman en Moulin Rouge! Todo amante del género se deleitará con esta propuesta. Y también por la maravillosa historia de amor, fugaz, mágica, irrepetible y emotiva. Además, el dueto Hansard e Irglová realizan un par de interpretaciones magníficas, con una naturalidad fresca y trabajada. Y dejé para el final lo mejor. Si algo deja huella esta maravillosa cinta (fuera de su historia) es su música. Un compendio de una docena de canciones preciosas, melancólicas, llenas de sentimientos, bondad, cariño, ternura, diferencias, barreras, amor (y desamor). Una colección de emociones única. Todas perfectamente integradas a la historia (gracias a la genialidad de Carney tras la cámara) y a los dos músicos que prestan su voz a esas magistrales letras y notas.

Si tuviera que decir cual es mi película favorita, sería difícil. Lo que tengo claro es cual es mi película más querida y especial. Es Once. No voy a contar los porqués, aunque es bastante fácil descifrarlo. No es ni triste ni optimista, bueno, quizá ambas cosas. Lo que es, es real. Es la vida. Es el amor. Es la vida en pareja. Una auténtica joya indie.

El 31 de octubre de 2007 (día del estreno español de Once) salí de ver esta película del Cine Alexandra, mi primera vez en este magnífico cine barcelonés. Desde ese momento tenía su BSO enganchada en mi mente. En mis recuerdos, posteriormente. Soy muy fan de la oscarizada Falling slowly, pero en este momento de mi vida, me pega más esta excelente When you mind's made up:



PD: ¿Os gusta Once? ¿Fuisteis parte del sleeper otoñal español del 2007? ¿Cuál es vuestra película más especial?

2 comentarios:

  1. Me encantó esta película. Por su MÚSICA, por su historia, por sus interpretaciones, por su frescura... No tardé nada en comprarme la BSO. Todas sus canciones son estupendas.

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  2. La he vuelto a ver hacer un mes,me encanta.Peli francamente buena con una BSO impresionante.Forma parte de mi Top desde hace dos años.Por que en lo sencillo en lo simple encontramos las mejores cosas.

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